¿Por qué importa saber de innovación y emprendimiento?


Los conocimientos y la experiencia básica sobre innovación y emprendimiento que nuestros estudiantes puedan adquirir en la educación básica y, sobre todo, superior, serán determinantes de su éxito profesional futuro.
En un entorno caracterizado por la conectividad tecnológica total, que acelera todos los procesos económicos, catalizando la creación de empresas y desagregando las corporaciones para sustituirlas por redes de empresas menores y más ágiles, el entrenamiento teórico y práctico en las nuevas formas de crear valor es simplemente imprescindible.
El nuevo profesional, sin importar si está emprendiendo o colaborando en una empresa, deberá desafiar el status quo para no aceptar los problemas de su realidad y, por el contrario, buscar soluciones innovadoras para ellos. Este nuevo profesional debe poder elegir correctamente sus batallas, identificando problemas a resolver y oportunidades que ofrezcan las mejores posibilidades para si mismo, su familia y su empresa, sin equivocarse al permitir, por ejemplo, que una oportunidad mejor pase por su lado. El nuevo profesional debe ser hábil en las herramientas para poder diseñar nuevas soluciones, de modo de maximizar sus posibilidades de éxito. El nuevo profesional debe comprender los procesos de validación de productos; la forma de presentar sus ideas en un pitch; los pivoteos para adaptar la viabilidad de sus propuestas; las mejores vías para lograr financiamiento; la manera de construir sus equipos con justicia; la mejor forma de competir contra otras empresas y los aspectos financieros que necesariamente determinarán el éxito o fracaso de sus iniciativas.
“¿Por qué debería importarme, si no pienso emprender?”. Esta podría ser una duda válida a primera vista. Sin embargo, aún cuando el nuevo profesional no planee emprender, competirá con otro por un puesto en las empresas establecidas, y, como éstas están sometidas al mismo torbellino de cambio permanente, para sobrevivir seleccionarán profesionales que comprendan y sean capaces de ejecutar las prácticas que les permitan mantener su competitividad. Aún en ese caso, los conocimientos sobre innovación y emprendimiento son irrenunciables.

Por todo esto, ya no basta con las ciencias básicas, la ingeniería, las matemáticas o una buena redacción. Conocer y haber experimentado el proceso emprendedor son armas críticas para el éxito del nuevo profesional.